Deserción. Deserción personal. La última de mis prioridades es mi persona. He bajado desde la nube de las verdades para acordarme de mi en los otros. Mi universo, la hipótesis de mi 'yo' en los demás. Las noches transitan lentamente en contrastes. Sigue mi mirada al techo, uno que tampoco conocía. Me he vuelto de lado a lado sin encontrarme en este espacio. Silencio en mi respiración, quietud en mi voz interna. Espero al día de mañana al despertar.
Los inhibidores de 5-HT están siendo ignorados.
Veo colores resplandecientes durante él atardecer. Camino a donde el viento emerge en las colinas. Me veo en tercera persona. Me veo y no encuentro a alguien. Solo filtros bidimensionales. No obstante soy consiente de ella. Por momentos viajo en el tiempo para relatar la franqueza del azar. Las hermosas coincidencias. Su ímpetu para traer a mi la sencillez. Su única manera de ser, siempre.
La voluntad y la fortuna.
Me he anquilosado en mis recuerdos. Escribo sin narrativa para encontrar una historia que permanece en cintas dentro de mi inconsciente. Aspiro a las señales que resplandecen en todas partes. Ninguna sigue la línea pendiente. He tratado de emular la franqueza de una novela que viví en carne propia. Me cuesta entender a ese personaje delante mío como un similar; sino una sombra que desea renacer en otra dimensión. A veces pierdo fe en mi mismo. No rescato él momento de encontrarla, es ahora el corrector de mis textos la única salida para hacer una declaración con sentido. Sin embargo será terminada. Sea mi mano o la obra de mi devoción. Nunca termina la esperanza.
El cerdo y el hombre
Salir de la carne permaneciendo en el cuerpo. Él fin de la especie. Es al fin, necesario como paso evolutivo. Crear como salvo conducto la ilusión de la omnipotencia, solo aquello que se presume de ser un descubrimiento es satisfacción existencial para el científico. De nuevo se ha violado la individualidad de la naturaleza en busca de cumplir el sueño de la inmortalidad. Venimos para transformarnos.
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