sábado, 9 de enero de 2016

Civitas Dei




Algunas veces he deseado dejar la realidad tan impresionista y grotesca de éste cuadro de colores marrones. Pero es que ser el personaje de una trama en óleo conlleva aquellos trágicos casuales de la extensión de la mano de un genio. En éste cruel destino que emerge de su obra veo como se impregna mi figura a través de las rejas de cada retina, un mensaje oculto en gel de celulosa. Por un segundo, yo quién te habla, aquel a quién pintas. Existo en un parpadeo. El olvido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario