domingo, 21 de junio de 2015

La nada ignota (E: Sorglega - Sigur Rós)




Tú. Cual alma ignota, desesperada, incomprendida, deteriorada; no más que tacita en mi mundo. Consumida, da igual. No existes. Remedio de cordura, sonrisa desaparecida, recuerdos que ya solo son penumbra. Como postra nuestra, él pasado es perturbado y envuelto en fuego que dejó cenizas. Me apremio en las esquinas de mi silencio al acostarme, donde me arrincono detrás de las persianas que me arropan. No más que el delicado matiz de la noche, envuelto en astros que también miras cuando dejas de negarte. Detrás de ella no hay más que la nada eterna. Ojos avaros y silencios oscuros. No más que tú partir despótico. Que el día me trae suerte y nuevo yermo para sembrar donde ahora parece nacer refulgencia. Nueva tierra que brota con un tierno relucir que ilumina historia. Me ensordece. Me vanagloria. Me hace de nuevo, alguien creyente. Que vuela en sueños y crea utopías. Me llama por mi nombre y sucumbe en los escenarios de mis verdades. Himnos del tiempo que resta en escritos, palabras ocultas en cartas, cuadernos y paisajes nimbos. En el cielo, de esta conciencia tranquila que no cansa de consumarse. Que recrea escenarios, anuncia su partida y su retorno. Adiós. Nunca te vayas sin despedirte. 

"Le vent se lève! . . . il faut tenter de vivre!" Paul Válery.

No hay comentarios:

Publicar un comentario