Supersticiones de ayer..

Hoy me desperté entre las cenizas caídas del fuego de anoche, más no había en otra parte, en ninguna otra realidad la frase en mis palabras, la maldita realidad que se burlaba en mi rostro, llegado el silencio entre mi humildad y su discurso, y esa tentación de algo que tenía pendiente conmigo.. así como tienes algo que contarme, algo que estamos por arreglar. Más no existe tampoco razones para dejar de formar parte de ti, así como tú eres también algo que yo he creado. No eres más que una sombra, una palabra que seguirá estando inmóvil en el diccionario. Solo el discurso retorcido de quienes se siguen lamentando, de la trágica y simple sintonía que supones. Te digo, en verdad me he convertido, en realidad.. triste realidad, yo he vuelto.

He vuelto más grande que tus suposiciones, más allá de lo que puedo demostrar fisicamente.. alguna vez escribía una carta, donde me lamentaba por mis acciones, en donde premeditaba mi destino.. hace ya tanto tiempo de eso. Tampoco sé, como volví a leerla, como volví a sentirla. La más burda de mis acciones, ha sido la más grande y el extraño sentimiento de volver para mi ahora quiere desprenderse para llegar un día, para ser más que un solo recuerdo. Como la ira que transita por las venas, como el tierno lamento de una lagrima, eso cambia y se disuelve, eso te hace ver tan simple realidad. Eso me hace ser tan incoherente como contigo seguir viviendo. Tan el tiempo es largo, como unilateral y repetitivo es tu ciclo y sus intransigencias.. tan conmovedor y extraño, como el lugar en donde se repite todo. Por las mañanas, por todos esos días que te he dado, ya no hay espacio, solo una ecuación que es y seguirá siendo la única entre los dos. 

Una linea tras otra, un decir y un recuerdo. El hoy ya no es y el mañana ya pasó. Por que sigo antes y después de ti, que yo... Aquí estoy.