
Vagando en el desierto, recordaba encuentros que le habían marcado su vida donde aquel Septiembre un accidente perpetuó la cicatriz que nunca habría de ser curada, tomado de su recelo siempre se mantuvo rencoroso de su destino. La paradoja de la muerte. Desear el pasado. Recordar el futuro. Voces le apaciguaban su éxodo concorde a la promesa silenciosa una vez llegada la noche. Caído el atardecer, contemplando el cielo e inmerso en su propia historia. Un dióscuro ante sus ojos, lleno del ardor del tiempo se presentó.
- Muchos han sido los que intentan deducir el enigma de un sueño, perdidos en su propia identidad olvidan que el escape de la realidad es casi tan inherente como el efecto mariposa, deducir el poder de la sutilidad es imposible. Existe por ello mi hermano el caos. De ahora en adelante te llevare al sueño que recorrerás por las noches y olvidaras en las mañanas, llegaras a tu fin solo si olvidas la cordura. Bienvenido a las estrellas. -
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