
En medio mi imagen despierta (la luz al fondo), suspiros al amanecer que confirman mi letargo; mi silencio, que me intriga en cierta forma y me confunde en toda ocación, sinceridad: palabra ambigua de la expresión 'ya ni que' habría que decirlo. Una simple forma entre cuatro muros, animadas a testificar que fui y seré la menor de las razones para lo extensa y dispar realidad en la que hoy amanece, sinfonía de conjuntos de cuerda y bajos, lentamente es percibido, como lo es la manera de entender todo lo que ahora llevo en mi presentimiento, Intuir que hacer, levantar la mirada en el espejo fijo, dentro de mi cuarto también sin descifrarse.
Al fondo de mis pesadillas redacto. Vagas intensiones de excomulgador de furia y tentativa, curiosidad que omito por mera incertidumbre, miedo y a veces compasión. Metal oxidándose en el medio de la nada, del fondo mas obscuro de mi pintura, en la esquina alejada de mi paisaje se encuentra un árbol que respira (hondo), que sostiene vida y muerte del tiempo, alejado ahí donde el cuadro pierde un poco su triste fondo verde-azul. Pájaros danzando en sus ramas, sabia excretada. Como el mismo poder, quizás el ser vivo mas paciente y capaz de este retrato.
La realidad, tan efímera y dolorosa, la trágica comedia que se une en todo sueño. los pichones se revuelcan, se llenan de instinto animal, que les llama al alimento, al sueño y dependencia al miedo, que los envuelve, que los ciega y los convierte en ello (animales), un mono de expresión inmersa que silencia, de cobardía humana e instinto animal se acerca a su presa, que indefensa de su propia capacidad, se revuelca, llena en llantos de vida sus últimos llamados, nunca sabrían que su madre en vuelo cayó tan ajena a su rumbo en manos de una bestia, en cueva de depredador que sin mas remedio le dio muerte; Plumas de color bronce y ojos penetrantes color perla, que a su vuelo hacían la vista perfecta del sueño Da Vinci; Ahí me encontraba yo viendo como mi ser se llevaba a su boca un festín de respladoroso impetu, de lo mas precioso en esa estrella, la vida.
La avaricia, la hambre de insurrección mas haya de lo incomprensible, total confusión que me envolvió de hambre y sed por sangre, mordiendo el supuesto metal por un poco de mas.... un poco mas de nada, mi interjección . Haya alejado me acercaría al sujeto mas humano del lienzo en mi pesadilla, el mono con su hocico baboso y piel arrebatada de su sangriento ojo, colmado de hambre tomaría a los pichones del nido y asotaria uno por uno en el tronco hasta que dejándolos muertos, comería hasta ser satisfecho, dejando solo uno, otro mas en el nido de otra ave.
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