miércoles, 6 de diciembre de 2017

Esquirla en el espejo



- Tú puedes descifrarme, saciarte de mis similitudes sin copiar mis desperfectos, más allá del ocaso al cerrar tus ojos sabes que estoy dentro. Aunque trates de negarme es negarte a ti mismo, esas frases que arrojas al vacío tienen copia al remitente, la típica ansiedad al despertarte, el nerviosismo inexplicable al enfrentarte a los ojos de aquellos que te miran de frente, aunque termines la frase siempre continua en el silencio, es aquí donde convivimos, no existe otro sustento a tu porvenir sin que impida el sabotaje, el botón de autodestrucción que se detiene inevitablemente, en lo incierto de la memoria trazas caminos inhóspitos que congregan en la necesidad de respuestas. Por que en sueños te desenvuelves y resuelves dudas que no has comprendido, somos segmentos enterrados en tú código encriptado. Somos una parte de ti que no se ha roto, que coincide con las arbitrariedades del lenguaje y las aminas de tú hipocampo - Despierta - Toma y calla, cierra los ojos, sigues aquí.-

Caminé alrededor de la pequeña habitación, golpeé con el puño cerrado el alud de voces que discutían entre sí, de nuevo, sangre. - Duerme, mañana trabajas, números que llenar en campos vacíos, logros, éxito, así existes- Vueltas al rededor de la cama, pupilas dilatadas y un rayo que se escapa por la ventana, ¿Cómo se mezcla la luz en la oscuridad sí ella misma impregna de colores con su reflejo? -Que absurdo- ¿Estará ella despierta? - Mañana llegarás tarde - ya no importa ¿Algo importa realmente?- Ya cállate - Sonido del despertador. -Abre los ojos- Tomé un baño, el agua helada distrae mis pensamientos, hay cosas más vitales en la supervivencia - disfrázate, ropa formal, esconde esa mirada de depresión- Subiré al auto, compraré un café, todo irá bien -Puto tráfico- descansa, ya casi llegamos- estoy aquí, escribiremos un escape. Buenos días.








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