lunes, 4 de junio de 2012

Corvus corax


Baja del tejado a devorar carroñero los restos de un viejo ratón, caía la noche en el campo extenso y solitario que guarda las guarniciones anuales. Asumida el ave en la práctica del poder. Animal que come extinguiendo sin dejar cicatrices, olor a humo y paso que acecha al intruso. Lluvia silenciosa apoderada de la noche. Agrupados en fila con el arma de la sociedad asesina. Nunca una presa salia en ventaja, se anticipaban esta noche en forma unida, en estrategia organizada que cae tras un tumulto de zarpas. Fuego al pastizal que desata la caza y rompe entre filas, vuelos en cuadrilla y otros muchos contrayentes detrás de la sombra, presa y cadáver de bajo una masa de plumas, desgarran la carne y se comen los ojos.

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